La radiación infrarroja es invisible para el ojo humano y se refiere a ondas electromagnéticas con longitudes de onda comprendidas entre 0,78 y 1.000 micrómetros.
Todo objeto con una temperatura superior al cero absoluto (-273,15 °C o 0 Kelvin) emite radiación infrarroja. Los pirómetros detectan la radiación infrarroja y la utilizan para determinar la temperatura del objeto medido.